martes, 13 de mayo de 2008

SALIDA A LA PRESA DE RIVAS 1 DE MAYO

El día anterior, las llamadas oportunas a los posibles fichajes.
¿ Escayola sales o no ?. ¿ cuántos kilómetros ?. Unos 70. Estais locos, conmigo no conteis. Bueno pues venga nos vemos el domingo. Con quien sí contamos fue con El Demonio y con Salvita, que se apuntaron como campeones a la aventura del día.


Quedamos en el cruce de siempre y salimos en busca del Funy que nos esperaba en el Éboli. A mitad de camino, ya venía en nuestra busca. Mira que se pone nervioso. Bueno seguimos camino, salimos de Pinto y nos dirijimos por nuestro camino habitual a encontrar el cruce, con el carril bici que sube a la marañosa dirección San Martín de la Vega. Por ese precioso camino, se pueden ver algunos nidos de ametralladoras de la Guerra Civil.

Seguimos y en esta ruta siempre hay un paso conflictivo al badear un arroyo. Rezando por que no esté crecido y nos impida el paso. Esta vez no hubo suerte y no pudimos cruzar, así que marcha atrás a buscar un paso alternativo, que siempre es una pesadilla para nosotros.


Nos cruzamos con un paisano que venía de paseo del campo con su bici, y comenzó a decirnos por donde teníamos que ir, pero al Funy no le vino bien la indicación y le mandó a escardar cebollinos y nos fuimos a buscar el paso. Dando vueltas y vueltas por el polígono por fin lo encontramos, pero cual fue nuestra sorpresa caundo a lo lejos vimos una persona en bicicleta. No lo pienses, era el de los cebollinos. Su atajo era mejor y seguro que por lo bajini, nos llamó globeros/domingueros.

Seguimos nuestro camino, llegamos al cruce con el carril bici y seguimos recto en busca del Parque Regional del Sureste, una zona muy bonita, que transita por una vaguada, a través de un sendero, en el que nos encontramos ahora sí a unos globeros que en uno de los mejores pasos no hicieron bajra de nuestras bici y pasarlo a pie. Pero el camino es de todos y a aguantar.

Más adelante y serpenteando, pasando bajo arbustos que forman arcos, y sobrevolados por buitres que tienes sus nidos en los altos de estos riscos, llegamos al segundo paso del sendero. Un riachuelo de cierta profundidad, que decidí pasar montado en la bici, ya que es de agua clara y al poder ver el fondo se vas más seguro. Con lo que no contaba es que el agua me llegaría hasta el tobillo y desde aquí iría con los pies mojados y no era la primera vez que me pasaba, ya que la última vez que pasamos por aquí Manolo y yo hicimos lo mismo y acabamos prácticamente igual.

Abándonamos esta zona y cruzamos por encima del río. Parada estratégica para hacer nuestras necesidades y para adelante, donde nos encontramos con una cancela cerrada, que siempre hay que saltar para entrar. Para salir o saltas la cadena o haces el cabra por un senderito que sube por la loma derecha, arriesgado pero mola.


Desde aquí comienza una zona, quizás más bonita que la anterior, con un cortado a nuestra derecha, cañón de piedra caliza rojiza, que hace las delicias de nuestros ojos cada vez que pasamos. La zona es algo peligrosa porque puede haber desprendimientos por lo que pasamos a ritmo vivo. Seguimos adelante, a ritmo hasta que el camino acaba y bici al hombro para salvar el obstáculo, no sin esfuerzo pasamos por la zona del desprendimiento hasta llegar al otro lado a la presa. Donde hay parada y fonda si el Funy nos deja.
Esta parte la podreis ver en el vídeo de la salida

¡ PROXIMAMENTE EN SUS PANTALLAS !

Ahora toca la vuelta dirección la Warner. Salimos al cruce de San Martín de la Vega, hasta donde nos acercamos a desayunar. Las rubias habían cerrado así que tuvimos que cambiar de posada.


Y desde aquí comenzó un calvario, un tramo de carretera hasta el cruce de Ciempozuelos. Bravo tiene prisa, ha quedado para comer y se va por delante. Aquí tomamos el camino de tierra dirección Valdemoro. Una vez allí, Salva lo va pasando muy mal porque se van acumulando los kilómetros, y decidimos acortar saliendo a la carretera, dirección a los Torrejones. En el cruce casi ya en Valdemoro el Funy toma el camino hacia Pinto y nosotos seguimos con Salva Hasta Torrejón de la Calzada, en el desvío accedemos a la carretra de Toledo. Eran ya casi 90 kilómetros y por si fuera poco, empieza el pique final y entramos muertos casi a 44 kms por hora en Parla. Estamos locos y yo ¡ NO SIENTO LAS PIERNAS, DIOS MÍO PIERNAS !.

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